No busques ningún antídoto, la fiebre “amarilla”, en el 2016, se desató entre los pizzeros estadounidenses.
¿Sabías que para conmemorar los 50 años de la Super Bowl una famosa cadena de comida italiana elaboró una edición especial de 50 pizzas bañadas en oro comestible que se sorteó entre sus clientes? La joya culinaria, nunca mejor dicho, estaba compuesta de ajo, queso y el comentado baño de oro. Y es que como señalaron desde el departamento de Marketing de Pizza Hutt: “no todos los días se celebra el aniversario dorado (50 años) del Gran Juego en el Estado del oro (California)”.
Para seguir flipando, un maestro pizzero llamado Tomy Gemignani, asentado en la bahía de San Francisco, creó semanas después la Super Gold Pizza, para festejar el mayor acontecimiento deportivo de Estados Unidos. Era una golosina regada con oro comestible que valía, ni más ni menos, 100 dólares la unidad.
Cocida en horno de leña, se le añadieron hojas de oro, con prosciutto de San Daniele de 24 meses, trufas blancas y una gran variedad de hongos y quesos. Las pizzas sólo estuvieron disponibles en un restaurante de comida italiana situado en el Little Italy de San Francisco y las ganancias de las unidades que se comercializaron, fueron destinadas a obras de caridad.
¡Una elogiosa actuación que sin duda aplaudimos!