¿A quién no le gusta una buena ración de su comida favorita? Cuanto más buena está más queremos, ¿no? Más o menos. A veces nuestro estómago tiene que ponerse serio y decir “ya basta”, aunque a nuestras papilas gustativas no les quede otra opción que ceder y admitir que ya no podemos más.

Pues lanzamos la pregunta del millón: ¿qué hacer con los restos que te sobraron de tu último pedido?

A los fanáticos de la comida obviamente no nos gusta ver nuestra comida favorita en la basura. Es un desperdicio horroroso y absurdo. ¡Aquí no se desperdicia nada de nada!

Pero hay una buena noticia. Sí, sí. Podemos cambiar un poquito la situación. En este artículo te dejamos algunos consejos para “reutilizar” las sobras de tus pedidos. Para que tu receta reciclada sea un éxito absoluto, te recomendamos consultar la Agencia Española de Consumo, Seguridad alimentaria y Nutrición para conocer todos los tiempos y temperaturas de recalentamiento, o las pautas de congelación, por ejemplo.

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Pizza

Venga, de toda la vida se ha dicho que si sobra pizza es el desayuno del día siguiente. Y no iba a ser menos. Hay quien se la come hasta fría, pero si no es lo tuyo, siempre la puedes calentar. La pizza recupera bastante su textura crocante si la metes en el horno (calentado previamente) durante 4 ó 5 minutos. Tampoco te pases con el tiempo, no vaya a ser que se quede más seca que un zapato…

Si quieres darle un toque extra, no te olvides de espolvorear un poco más de queso y moler algo de pimienta negra. También puedes echarle un chorrito de aceite (después de calentarla) y estará más jugosa que nunca.

Burger o kebab

Vale, a primera vista puede que media hamburguesa o medio kebab no sean los platos idóneos para guardar al día siguiente. Pero te aseguramos que esto se puede arreglar con un par de consejos.

Tira la lechuga, el pan, el tomate o la cebolla porque al día siguiente estarán demasiado chiclosos. Pero guarda la carne, queso y bacon en la nevera (bien protegido). Al día siguiente caliéntalo en el microondas o en la sartén y úsalo como relleno principal de un sandwich, acompañado de rodajas de tomate, cebolla, lechuga…

También puedes ser más creativo haciendo un revuelto con huevos y agregarle la carne troceada, con el bacon y todo lo que hayas guardado. Un poco de sal y pimienta, y ya tienes la cena.

Pescado

Cuando pides sushi, por ejemplo, o cualquier otro plato de pescado, al día siguiente puedes reutilizarlo dándole completamente la vuelta. Tápalo bien y guárdalo en la nevera. Al día siguiente lo calientas en la sartén, le echas alguna salsa tipo mayonesa o similar, cebolla en daditos, cilantro o lo que encuentres por tu cocina, y lo usas como relleno de un sandwich aplastando la mezcla con un tenedor.

También puedes batirlo todo y usarlo de salsa principal para unas patatas al vapor o al horno. Después espolvoreas pimentón picante por encima y un chorro de aceite, y te queda un plato de competición gastronómica. En serio.

¿Se te había ocurrido algún día? Será la última vez que desperdicies tu comida y la tires a la basura. A partir de ahora, ¡se recicla todo!